¿ Es una relación
intermediada por la Obra de Arte, entre el Artista que al crear parte de dentro
y exterioriza, y el Espectador que parte de fuera e interioriza. Es una triada
en donde los tres se interrelacionan y son imprescindibles en sí mismos.
El Artista y el Espectador pueden no encontrarse, lo que es usual en las Artes
plásticas o en la Poesía, pero ello no hace ninguna diferencia. Pueden incluso
pertenecer a tiempos, culturas y circunstancias totalmente apartadas y
diferentes. Y aún así, ser parte de la triada. Si interactuáran entre sí,
sería enrriquecedor para ambos, pues la comprensión de a dónde va y de dónde
viene la Obra de Arte, qué implica y qué proyecta, ayudaría al cometido de lo
consustancial del Arte. Sin embargo el Arte es un lenguaje universal y rebasa
todas las limitantes de temporalidad, espacio y circunstancialidad. Habla a
través de los sentidos. Llega a las fibras íntimas del Espectador y sale de las
del Artista, utilizando vías incomprensibles a la razón.
La Obra de Arte
tiene por un lado la interrelación con el Artista que la ha creado. Y por el
otro lado la interrelación con el Espectador que redirecciona lo que lleva
implícita. Le da un significado.
Es con esta dualidad de interrelaciones,
que el Arte sella su objetivo. Logra su cometido.